Sunday, July 15, 2007

El apoyo de la familia

No hay nada mas saludable que el entrenamiento. Nos mantiene en forma, nos hace superarnos dia a dia, nos pone en ese estado incomodo sin el cual no existe la adaptacion, las fibras musculares sufren en carne propia lo del "supervivencia del mas apto" y la maquina perfecta llamada cuerpo humano simplemente se adapta sin saber de tempos, cadencia, intervalos, carreras largas y demas enseres.

Me levante temprano. Me tocaban 1800 m de natacion y 6 kilometros de correr. Ni bien me desperte (cerca de las 8 de la manana) me doy vuelta para mirar a mi adorable mujer Maria. Sin sorpresa veo una cara bastante mas pequena: la de Martina, nuestra hija mayor. Si, se pasa a nuestra cama. Un vez por semana tenemos esos piecitos diminutos metiendose sigilosamente a la madrugada entre Maria y yo. "Tiene solo 4", me repito. Cuando estaba saliendo de la cama, ella abre sus ojitos, me mira perpleja (como si fuera su cama....) y me dice: "Adonde vas Pa?". "A nadar" le contesto. "No quiero que te vayas", me dice tratando de no hacer demasiado ruido. "Vuelvo pronto", le contesto. Le doy un beso en la frente y me voy.

Mientras las idas y vueltas se sucedian monotonas en la pileta, yo pensaba: "Como se aguantan que no este con ellos?" No me creo el centro de su universo pero les gusta cuando estoy en casa. Mi hijo menor Benjamin grita como un marrano cuando me voy. Martina me pide que vuelva rapido con caramelos en los bolsillos. Mi mujer solo pregunta: "Que te toca hoy? Ochenta horas de bici y setenta de correr?" y se rie.

Esta es mi forma de decirle a los tres: GRACIAS. Gracias por el tiempo que me dan para mi mismo, para entrenar como un condenado a muerte, por permitirme esos escapes de cuatro o cinco horas en mi bici en donde dejo de hacer mis tareas hogarenas.

Quizas ellos, algun dia, puedan decir: "Mi papa es un Ironman". O como dijo mi amigo Javier, un hombre de hierro, un amigo de hierro. Yo aca lo traduzco como "Papa de hierro, Marido de hierro".

3 comments:

German Alonso said...

Joder, cómo te entiendo. Yo estoy esperando mi primer hijo que nacerá dentro de pocos días (o quizá hoy) y cada vez que salgo a correr me pregunto si no tendré que volver a sprint porque mi mujer se ha puesto de parto. Pero ella me comprende, me anima y me dice que no me preocupe.

Supongo que uno no podría hacer este tipo de cosas sin el apoyo de la familia. Y creo que cuando tenga el niño seguirá siendo igual, pero esta vez iremos corriendo el carrito y yo.

Un abrazo, Germán.

Garbanzito said...

Te leo y me recuerdo a mí mismo con los mismos sentimientos. Mis críos son muy mayores y mi "santa" está más acostumbrada a mis desvaríos de lo que deberia estarlo. Alguna vez un poco de sensatez impuesta por ella es necesaria. Con 46 años y sin saber nadar, comencé a aprender en agosto del año pasado, creí que superar los 3800 mts. del agua sería lo más difícil. Pues no. Lo más duro ha sido el permanecer constantemente fuera del nucleo de mi familia, entrenando y entrenando aún más. Lo complicado de esta prueba es que no entrenas para ganar, entrenas sólo para generar la ilusión de que podrás finalizar. El apoyo de los tuyos es imprescindible en cada minuto del reto. Verás como cuando termines te compensará y aún le darás más valor al sacrificio de los tuyos que al tuyo mismo. El 25 de julio fue para mí un gran día pues en contra del pronóstico general terminé mi primer y único ironman en Roth (Alemania) y eso permanecerá por siempre.
Animo y mucha perseverancia para el camino

SlowPepe said...

Desde luego, las horas lejos de la familia deben ser lo más duro del entrenamiento, con diferencia. Eres afortunado porque en el fondo entienden tu reto y te apoyan, porque de otro modo no podrías ni planteártelo.

Creo que van a estar orgullosos de su papá o su marido de hierro, y que de algún modo van a participar del entrenamiento y de esa carrerita de noviembre. Supongo que van a estar ahí con orgullosas pancartas de ánimo a su papi, y ya puedo ver la entrada en meta del esforzado hombre de hierro llevando a esos enanitos de la mano.

Un abrazo.